Por
Carmen Trillo Sanjosé
Departamento
de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas (Universidad de
Granada)
La
Alhambra es una ciudadela (al-mudayna) situada en la Colina Roja, al SE de la
ciudad de Granada. Es un asentamiento complejo, formado por varias partes, que
en lo fundamental se construyó bajo la dinastía nazarí, aunque tiene unos
precedentes islámicos y unas postrimerías cristianas.
Granda
había tenido en época altomedieval su propia fortaleza en la colina del Albayzín,
que aparece citada con varios nombres en las fuentes árabes. Refiriéndose a
este período Ibn al-Jatib (s. XIV) habla también de una madina Alhambra,
construida por Sawwar b. Hamdun, jefe de los árabes de Ilbira a finales del
siglo IX. Ibn Hayyan (s. XI) se refiere también al enfrentamiento entre árabes
y muladíes en dicha región, razón por la cual los primeros se refugiaron en la
fortaleza de la Alhambra. El citado Sawwar había construido otros castillos
Guadix, Muntisha, Baza y Cora de Jaén en respuesta a los que se habían puesto
de parte del bando muladí, con Umar Ibn Hafsun a la cabeza. Recordemos que éste
será sometido por ‘Abd al-Rahman III al-Nasir, quien se proclamará
inmediatamente después, en el 929, califa de al-Ándalus.
Volvemos
a tener referencias de la Alhambra en las Memorias del rey ‘Abd Allah, el último
zirí destronado por los almorávides en1090. En dos momentos se refiere a la
Colina Roja. Uno al hablar del judío Ibn Nagrela, visir de su abuelo, que
proyectó construir un palacio en este lugar, para alejarse del pueblo que lo odiaba.
En segundo lugar, cuando el mismo ‘Abd Allah cuenta que al construir “el muro
contiguo a la Alhambra” halló una orza llena de oro que procedía del citado
visir y se dijo: “De los cimientos va a salir la construcción”. Esa construcción
fue el muro que unía la alcazaba de la Alhambra con Bab al Difaf o Puerta de
las Compuertas (también llamado Puente del Cadí) sobre el río Darro. Este
sistema permitía represar agua del curso fluvial en caso de asedio a la ciudad
y proveerse de ella desde la Alhambra o desde la alcazaba del Albayzin, pues
hay indicios para pensar que también continuara en el otro margen.
Como
vemos, pues, existieron ciertas estructuras en la Alhambra, una fortificación y
una coracha, en una época anterior a la nazarí. Pero la configuración de la
ciudad palatina es obra de la dinastía de los Banu al-Ahmar. La creación de un
espacio propio para el poder político, separado del resto de la sociedad, es
una realidad que se dio con cierta frecuencia en el mundo islámico. Se ha
relacionado con el hecho de que la autoridad política no se ejerce inmiscuyéndose
en los problemas de los ciudadanos, sino limitándose a mantener el equilibrio
entre los distintos grupos. La distancia y el aislamiento respecto a la
comunidad gobernada es un elemento importante para el ejercicio del poder. Los
nazaríes siguieron el modelo de la ciudad de Fez.
La
Alhambra es un territorio que puede dividirse en cuatro partes y fue construida
en diferentes fases: la zona militar o alcazaba, los palacios, el área
correspondiente a la propia ciudad, y el espacio periurbano con sus huertas y
almunias, especialmente el Generalife.
Cuando
en 1238 Muhammad I llega a Granada, se encuentra primero con los notables de la
ciudad, de los que previamente había recibido invitación, en la mezquita de la
Alcazaba Qadima del Albayzin y más tarde entró en el propio palacio. Pero,
finalmente, se dirigió a la Alhambra, donde marcó los cimientos del castillo y
llevó agua a la colina a partir de azud y una acequia. Su intención era, por
tanto, crear un asentamiento estable, para lo cual construye unas importantes
defensas en la zona de la Alcazaba y dota de agua al conjunto.
Muhammad
III (1302-1209) fue quién configuró la ciudad palatina con la edificación de la
mezquita real de la Alhambra y los baños situados delante de ellos. Construyó
la puerta del Vino, que separaba la zona de la alcazaba del área residencial, y
se le presupone la construcción de la perta de las armas y la muralla exterior.
Se le ha atribuido también el palacio del Partal, en la zona norte de la
colina, que se convertirá desde entonces en el área palatina.
El
momento de esplendor de la Alhambra viene marcado por las actuaciones de Yusuf
I (1333-1354) y Muhammad V (1354-1359/1362-1391). El primero realizó las
puertas de Siete Suelos y Justicia. La remodelación de la del Vino fue obra del
segundo. Los dos palacios más importantes se debieron a estos dos emires: el de
Comares, a Yusuf I y Muhammad V, y el de los Leones a este último. El palacio
de Comares tiene más un carácter áulico que residencial, mientras que el
segundo es sobre todo un espacio privado del rey. A esta época también se
atribuye el incremento del espacio agrícola con la inclusión del Albercón de
las Damas.
La
Alhambra sufrió transformaciones desde el momento en que pasó a manos de los
Reyes Católicos. Las principales fueron un reforzamiento de sus defensas para
adaptarlas al uso de la artillería. Asimismo mejoraron las infraestructuras
hidráulicas incrementando el número de aljibes.

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